Tras la debacle del miércoles en el Vicente Calderón, el ambiente vivido ayer en Mareo era enrarecido, cargado de tensión, pero encadenado con el respaldo mostrado por Manuel Vega-Arango. El presidente del Sporting, tras cruzarse en las oficinas con el capitán David Barral, que abandonaba la rueda de prensa, le transmitió al jugador un mensaje claro, directo y de respaldo: «Estamos con vosotros. Ánimo». Vega-Arango quiso de esta manera transmitir su apoyo total a la plantilla.
Y es que ayer era día de reflexión. De analizar en frío lo ocurrido 24 horas antes en el Calderón. Porque en la casa 'colchonera', en caliente por la penosa imagen ofrecida por el equipo, el presidente de la entidad entró al vestuario rojiblanco una vez finalizado el encuentro para mostrar su disconformidad con lo ocurrido en el terreno de juego. Tras haber visto a su equipo naufragar a la ribera del Manzanares, fue claro con Manuel Preciado al que le indicó con tono enfurecido: «O los espabilas tú, o lo hago yo». Pero ayer, el tono era más reposado. El enfado ya se ha digerido y Vega-Arango, consciente de la necesidad de unidad para levantar la situación, confía en sus jugadores, como ayer se lo transmitió a Barral, y tiene previsto reunirse mañana con los jugadores para analizar la situación del equipo.
Por su parte, el técnico Manuel Preciado, que tras el partido del miércoles se mostró muy molesto con el juego y la imagen transmitida por su equipo ante el Atlético, volvió ayer a reunirse con su plantilla minutos antes de saltar -con rostro siempre serio- al campo número dos de Mareo para ejercitarse. El preparador cántabro volvió a mostrar su enfado a los jugadores, pero no será hasta hoy cuando repase todos los detalles del choque ante el cuadro colchonero en una nueva reunión que puede estar cargada de tensión.
Los jugadores denotaban la situación por la que atraviesa el equipo. Durante el entrenamiento se vieron en algunos momentos algunas charlas entre los propios futbolistas. Y de ellas salió un mensaje unánime: la solución a los males del equipo pasa por lograr la victoria el domingo ante el Racing.
La plantilla, encabezada por David Barral, asume las críticas recibidas de su entrenador. «Los culpables de esta situación somos nosotros. Somos los que estamos en el campo y los que tenemos que sacar esto adelante y correr», señaló el capitán David Barral. El gaditano no esquivó en ningún momento la responsabilidad de intentar revertir la situación cuanto antes y aseguró que los futbolistas están «preocupados porque no salen las cosas».
El respaldo hacia el entrenador lo dejó claro el canterano Nacho Cases, quien aseguró que «todos estamos con Preciado y sé que el equipo va a dar una buena cara ante el Racing». Todo esto sucedía mientras que en las oficinas del club se reunían Vega-Arango, Antonio Veiga, Alfredo García Amado y el máximo accionista del club, José Fernández, que se dejó ver por Mareo en una visita rutinaria. La presencia de Fernández deja entrever el nerviosismo que se respira en el seno del club tras el pobre inicio liguero.
El consejo transmitió su respaldo a la plantilla y ésta lo hizo sobre Manuel Preciado. El círculo se cerró ayer con las muestras de apoyo por parte de los aficionados que se trasladaron ayer a Mareo para seguir el entrenamiento y para alentar a los jugadores rojiblancos. Una pancarta con el lema «No te dejaré jamás» se desplegó cuando la plantilla y cuerpo técnico saltó al césped. Era una nueva muestra de apoyo incondicional de la afición, que el domingo volverá a El Molinón para dejarse la piel por el equipo y ayudar a conseguir la necesaria victoria.
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