El capitán David Barral y el centrocampista Juan Muñiz, como el más joven de la plantilla del Sporting, han sido los encargados de depositar un balón y una camiseta ante la imagen de la Virgen de Covadonga (Cangas de Onís) en el tradicional acto que todas las temporadas lleva a cabo el club gijonés.
Barral ha actuado en representación de Rivera, que es el jugador más veterano de la plantilla pero que no ha podido acudir al acto ya que acaba de ser padre, si bien sí ha participado en el entrenamiento previo al desplazamiento a Covadonga.
La expedición rojiblanca ha estado encabezada por el presidente, Manuel Vega Arango, y en ella tomaron parte todos los componentes de la plantilla, así como cuerpo técnico, auxiliares y consejeros, para asistir a una misa celebrada por el capellán del club el padre Fernado Fueyo para finalizar con una comida de confraternización.
Previamente al desplazamiento a Covadonga, la plantilla ha realizado un entrenamiento que fue eminentemente físico en el que tomaron parte toda la plantilla a excepción de los futbolistas tocados, Nacho Cases, Lora y Bilic, que se ejercitaron con el recuperador y de los internacionales, Botía y Eguren, que están con sus respectivas selecciones.
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